BASES PARA UN "CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS INSTITUCIONALES PARA LA IGLESIA EVANGÉLICA PENTECOSTAL" (*)


Introducción. 

En el mundo actual, en el cual el combate a la corrupción es una preocupación de los organismos internacionales y de los Estados en general de la comunidad internacional. (Ver Convenio ONU contra corrupción http://www.unodc.org/pdf/corruption/publications_unodc_convention-s.pdf , también el Convenio Americano contra la Corrupción http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/b-58.html , y finalmente el denominado Convenio Europeo contra la corrupción http://europa.eu/legislation_summaries/fight_against_fraud/fight_against_corruption/l33027_es.htm ).

Y en el que por su parte, el enfoque de este combate, desde hace unas décadas, sobrepasa el espacio sólo de la corrupción de la administración pública y de los funcionarios del Estado, para avanzar hacia el combate de la corrupción en organismos públicos no estatales (por ej. Las Iglesias –casos en EEUU de evasión de impuestos y fraudes de iglesias evangélicas y de Alemania caso de corrupción del ex Obispo católico de Limburg Tebarzt-van Elst), como asimismo en la empresa privada (cohecho y corruptela entre particulares fomentada por la OCDE que ha cristalizado en crear delitos de esta naturaleza en todo el Espacio de la Unión Europea, cítese como ejemplo el artículo 286 bis del Código Penal Español sobre cohecho entre particulares ver en este sentido http://www.elderecho.com/contable/corrupcion-particulares-significativo-directivos-empresas_11_271930001.html ), llegando a alcanzar en el último tiempo a la lucha contra la corrupción en el ejercicio de profesiones como la de médicos, contadores, abogados etc. (Por ej.: la nueva Ley de fármacos chilena sanciona corruptelas de Médicos que reciben ventajas monetarias de industria farmacéutica)ha generado a nivel mundial el surgimiento no sólo de legislación anticorrupción, sino también de medidas de prevención adoptadas en el mismo seno de las instituciones que quieren auto-establecerse una cultura de conducta corporativa sana de este flagelo. 

Este movimiento surgido desde las personas jurídicas (corporaciones, fundaciones, empresas, sociedades)  se ha generado en el mundo anglosajón bajo el nombre de “Compliance”, y se ha extendido por el resto de los países OCDE (entre ellos Chile). Éste se expresa ante todo en la toma de conciencia de parte de las personas jurídicas de velar por el respeto a la ley y la introducción de buenas prácticas como valor que enriquece y hace mejores a la propia entidad que las adopta.

El enfoque descrito propone la autorresponsabilidad de las propias instituciones, sean públicas, privadas, con o sin fines de lucro, para no incurrir en malas prácticas de corrupción o contrarias a la legislación vigente, y busca ante todo generar “buenas prácticas”, incorporando las conductas deseadas a “Códigos de ética institucional” y las infracciones a éste a su régimen disciplinario interno.

En el siguiente artículo, sobre un análisis de la realidad de la IEP, y de sus principales puntos generadores de oportunismo y corrupción, hemos sintetizado, y ofrecemos para la discusión pública, un proyecto que presenta los principales puntos (7 Puntos) que deberían servir como base para un “Código ético institucional de la IEP”, que sirva como base para sentar las bases de una cultura de buenas prácticas.

Estos puntos se expresan en los siguientes principios:
1° Principio de separación (financiero y de patrimonios)
2° Principio cuentas y balances-inventarios propios
3° Principio de control y transparencia
4° Principio de documentación
5° Principio de no pagos al contado
6° Principio de equivalencia
7° Principio de orientación hacia la utilidad pública


Veamos cada uno en particular:


1° Principio de separación

El que se debe expresar en dos sentidos; separación de poderes financieros y separación de patrimonios y administración de los mismos:

1.1 Separación de poderes financieros
En virtud de este principio, no es deseable que el poder de tomar decisiones referentes a los dineros que se recauden, y a los que se gasten estén concentrados en una sola persona. Esto ni a nivel institucional ni a nivel local.

A nivel institucional, toda recaudación de ofrendas, aportes y cualquier gasto debería ser realizado sobre la base de un Reglamento de ofrendas y un Reglamento de presupuesto bianual respectivamente.

El Reglamento de ofrendas debería ser aprobado por la Conferencia anualmente, y debería desterrarse toda ofrenda extraordinaria para que los pastores puedan proyectar adecuadamente los presupuestos de sus respectivas iglesias locales, y terminar con la pésima práctica de hacer ofrendas nacionales intempestivas por las cuales nadie responde posteriormente.

El Reglamento presupuestario bianual debería asignar los fondos de la IEP para todas sus fundaciones y corporaciones, como asimismo de todas las actividades que deban ser financiadas con cargo a la institución (por ejemplo los viajes de Presbíteros a sus reuniones oficiales, las remuneraciones de funcionarios de la iglesia, el sueldo del Superintendente etc.).

Ningún dinero debería invertirse ni gastarse si no es, por orden y firma de “varias personas”, en principio, el poder administrativo de la iglesia, representada en su Directorio y el Presidente del mismo, junto a la firma del Tesorero de la Iglesia (un contador auditor contratado que maneje las cuentas institucionales y que sea responsable por el ejercicio de su cargo). El poder espiritual y de gobierno de la iglesia, esto es, el Superintendente y el Cuerpo de Presbíteros no deberían tener incidencia en los gastos, a no ser que los gastos que ordena el Directorio no se ajusten al presupuesto y por ende deban intervenir para hacer cumplir el reglamento presupuestario, o cuando deban autorizarse gastos extraordinarios en virtud de eventos excepcionales (ayuda a una zona afectada por un terremoto y que requiera apoyo para la reconstrucción por ejemplo).

1.2 Separación de patrimonios y administración de los mismos
Este principio debería operar a nivel de varios niveles institucionales, que serían; a nivel de remuneración pastoral y dinero de la iglesia local, luego a nivel entre bienes familiares del pastor y bienes de la iglesia local, seguido del nivel entre caja diaria los grupos y locales y patrimonio común de la iglesia local, y finalmente entre patrimonio de la iglesia local y patrimonio de la iglesia institucional.


Veamos cada nivel:



1.2.1 Separación entre remuneración pastoral y dinero de la 
iglesia local
Los diezmos (10%), ofrendas (el dinero que se recauda en los cultos), aportes (pro construcción, casa pastoral, etc.), primicias y otras donaciones, una vez reunidos en un fondo bruto, deben ser liquidados, distinguiendo entre remuneración bruta del Pastor (sueldo, cotizaciones AFP y salud, bonos por jerarquía, responsabilidad, años, etc. y los que determine el reglamento del ejercicio pastoral, como asimismo los impuestos a pagar en caso que esto deba hacerse) y el dinero de la iglesia local como congregación.

El primero, esto es, la remuneración bruta del Pastor debe nuevamente ser liquidada, entregándoles una liquidación por parte de la iglesia, en que conste su sueldo y bonos líquido a recibir, y se haga pago de sus respectivas cotizaciones previsionales de AFP, de salud (personal y familia), e impuestos -en caso de que deba pagarse impuestos a la renta según ingresos-. Por supuesto en aquellas iglesias que no recauden mucho dinero, la iglesia a nivel zonal o institucional, tomando constancia de esto, deberían hacerse cargo de las cotizaciones previsionales y procurarle una compensación de su remuneración que le permita vivir modestamente pero dignamente. Este dinero, será de uso exclusivo y soberano del pastor de la iglesia como obrero que se gana su salario.

Por supuesto debería establecerse límites mínimos y máximos de remuneraciones, siempre en consideración a años de servicio, jerarquías, responsabilidad, lugar geográfico, etc., pues nadie debería vivir con menos del mínimo que permite vivir dignamente, ni nadie debería enriquecerse por el ejercicio de la función ministerial del pastor.

Luego, el dinero de la iglesia debería ser siempre administrado por la propia iglesia, por medio del pastor en coordinación con su junta de oficiales. Debería ser solamente invertido en fines propios de la iglesia (espirituales, caritativo, de propagación del evangelio, y otros de igual naturaleza).

El dinero de la iglesia local debería ser siempre administrado de cara a la congregación, con cuentas públicas a la hermandad en plena comunión que colabora en la iglesia activamente (guías, predicadores, directivas de grupos, etc.), los cuales siempre podrían oponerse a gastos que no consideren necesarios o improcedentes.


1.2.2 Separación entre bienes familiares del pastor y bienes de la iglesia local
Por medio de un inventario solemne quinquenal debería claramente diferenciarse entre los bienes del pastor y los de la iglesia local. Si se compra un auto con fondos de la iglesia, éste debería inscribirse en el registro de vehículos motorizados a nombre de la iglesia, lo mismo con toda propiedad raíz, y por supuesto con el mobiliario de la casa pastoral y las dependencias.

Cada bien debería ser respetado. Si un bien es del pastor y su familia, no es de la iglesia, y viceversa. Todo con claridad, respetando la propiedad de unos y otros.



1.2.3 Separación entre la "caja diaria" de los grupos y locales y 
patrimonio común de la iglesia local
Luego, también, al interior de la iglesia existen numerosos locales, grupos y cuerpos, que realizan sus actividades para cumplir con las tareas que el propio grupo se ha propuesto.

El Pastor y la misma Junta de Oficiales deben respetar siempre la autonomía presupuestaria de cada grupo. Por ejemplo, si los ciclistas quieren comprar herramientas para uso común de la reparación de sus bicicletas, y trabajan en pos de es fin, ni el Pastor ni la Junta de Oficiales, ni ningún otro grupo debería apropiarse de ese dinero. Se deben respetar todos los ministerios, y el trabajo y sacrificio que estos importan.


1.2.4 Separación entre patrimonio de la iglesia local y patrimonio 
de la iglesia institucional
Luego, el mismo principio anterior, debe ser aplicado en cuanto a las relaciones de la iglesia como institución, entre sus zonas, y entre estas dos y la iglesia local.

Nadie debería apropiarse de dinero reunido por un grupo congregacional de la iglesia local, es su trabajo y es su sacrificio, esto debe ser respetado por la institución. La iglesia local debe aportar a la institución sólo a través de las ofrendas y aportes institucionales aprobados previamente por la Conferencias en el Reglamento de ofrendas y aporte.


2° Principio de cuentas separadas

Cada uno de los patrimonios anteriormente descritos debería tener siempre cuentas bancarias separadas, debidamente individualizadas, co-administrada siempre por más de una persona (salvo la cuenta personal de remuneraciones del pastor, que en definitiva es su dinero propio), esto es; por el Tesorero de la Junta de oficiales y el Secretario de la Junta (en el caso de los dineros de la iglesia), el Jefe de Grupo y el tesorero (en caso de cuerpos y grupos), y a nivel institucional según la regla de separación de poderes financieros vista más arriba.

Cada cuenta debería tener una contabilidad simple propia (libro de ingresos y egresos firmados por sus responsables con los debidos respaldos).

La cuenta de remuneraciones del pastor debería ser liquidada a nivel zonal, por un contador de la zona (contratado o pagado por honorarios para atender a la zona) que se encargue de pagar todas las cotizaciones de AFP, imposiciones de salud personal y familiar, pago de feriado anual –vacaciones-, e impuestos en caso de tener que pagarlos según el monto de la renta personal.

A nivel institucional, las cuentas de la IEP como persona de Derecho Público y de sus corporaciones y fundaciones, debería ser llevada por contadores auditores profesional, distintos de los que luego realicen la auditoría, y según los criterios más modernos de contabilidad (por ej. I.A.S. o el I.F.R.S. ajustado a la realidad de una institución como la iglesia).
           

3° Principio de control y transparencia

El control se debe expresar que todos los estados financieros de la IEP a nivel institucional deben ser auditados anualmente por una empresa auditora seria, esto es, aquellas acreditadas ante la SVS. Se sabe que el precio no es para nada barato, pero es una inversión que la iglesia puede y debe afrontar para de una vez por todas alejar todo fantasma de corrupción, o la tentadora idea de implementar auditorías "truchas" que son realizadas por gente sin experiencia y capacidades profesionales probadas en el tema, que luego puedan ser manipuladas a antojo de forma interesada por gente que no actúe de buena fe.

La transparencia por su parte se expresa en que toda auditoría de estados financieros realizada en los términos antes descritos debería pública y publicada, esto en el Fuego y en una página web a la cual se pueda acceder siempre libremente.

A nivel local, tanto el Pastor, como la Junta de Oficial, como los respectivos grupos y cuerpos de la iglesia, deberían también entregar anualmente una cuenta simple de gestión a la hermandad en plena comunión y que coopere en las labores de la iglesia, esto es: los guías-predicadores, la directiva de todos los grupos, los profesores de las escuelas dominicales y visualizadas, etc. quienes podrán aprobar o rechazar esta cuenta (Control).

Esta cuenta se imprimirá y se dejará a disposición de la hermandad en plena comunión en fotocopias, y sería deseable que sea subida a internet a una página oficial de la IEP (Transparencia).


4° Principio de documentación

En virtud de este principio, todos los acuerdos y decisiones que incidan en el presupuesto institucional o a nivel de iglesia zonal o local, deben ser documentados, esto es, ninguna orden de este tipo debe ser verbal.

Del respaldo de todo ingreso y de todo gasto se debe dejar respaldo, aún de las ofrendas privadas que entregue un hermano a la iglesia.

Se debe alentar a la hermandad a hacer sus ofrendas privadas en la recolección de ofrendas en el culto, anónimamente, para evitar la compra de voluntades, o puestos, o el simple cohecho pastoral, y para con esto, cumplir con la recomendación del Señor que nos dijo; “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha” (Mateo 6:4 RV-60).


5° Principio de no realización de pagos al contado

En virtud de los principios de transparencia y de documentación se deduce este importante principio.

A nivel institucional, nunca se debería entregar ni aceptar pagos ni entrega de aportes al contado, sino sólo por medio de transferencia electrónica, o en su defecto por medio de depósito bancario, para que siempre quede constancia de los pagos y movimientos de dineros hechos por una y otra parte, y con esto se cierre el paso a toda apropiación indebida, o distracción de fondos.

A nivel local, como decíamos, se debe alentar la entrega anónima de diezmos, ofrendas y aportes. El Tesorero debe siempre debe dejar constancia de lo reunido en las recolecciones junto a dos oficiales, y depositar los dineros en cuentas bancarias, dejando un porcentaje (20%) para caja diaria. El Pastor “nunca” debería recibir en su oficina, solo (sin testigos), dinero de nadie. Si alguien quiere aportar, debería llamar al tesorero y a dos oficiales, y dejar constancia de esto. Si el que aporta es hermano, se le debería recomendar conforme al versículo ya citado de Mateo 6:3   


6° Principio de equivalencia

Todos los pastores, no importando su jerarquía, responsabilidad o edad, se deben someter a este Código ético de buenas prácticas.

Quienes no cuenten con el suficiente apoyo de personas idóneas para llevarlo adelante, deberían pedir ayuda a la zona, la cual debería mandar gente que le ayude en este cometido, de no tener la zona gente, la institución debería ofrecer la ayuda idónea para implementar estas buenas prácticas.


7° Principio de orientación a la utilidad pública


Cuando existan dudas sobre cómo invertir dineros y fondos que sobren, porque no han sido asignados en la obra, o se han ahorrado porque los gastos han salido finalmente más baratos de lo presupuestado, esos dineros no deberían ser apropiados por nadie.

En razón que han sido dados para la obra, deberá hacerse uso de ellos mirando obras que beneficien a la hermandad completa y no a los intereses particulares, ni del pastor, ni de su familia, ni siquiera de grupos y cuerpos. Todos en conjunto (Reunión de hermanos y hermanas plena comunión colaboradores en las labores de la iglesia), al final de año, deben decidir en que se invierten estos dineros sobrantes mirando siempre la utilidad pública de la congregación.



EDITORES 

(*) Este es un documento de trabajo, hecho sobre la base de un estudio para un "Modelo la adopción de buenas prácticas institucionales en la IEP", que forma parte del dossier de propuestas y estudios para la reforma de la IEP que prepara un grupo interdisciplinario miembros de nuestro Grupo Editorial.

EL FIN DE LA ERA VALENCIA ES INMINENTE. TODAS LAS FACCIONES DE LA IEP SON RESPONSABLES DE LA MEJORA DE LA IGLESIA A TRAVÉS DE UNA REFORMA


La salud del Superintendente Valencia empeora con cada día que pasa. Su tozudez y porfía por aferrarse a un poder que ya no ejerce, es un piedra de obstáculo para iniciar la reforma de la iglesia.

Hoy las facciones que son factibles de ejercer influencia en la toma de decisiones institucionales de la IEP siguen en espera de que la Parca pase por la sede de la Superintendencia ubicada en San Miguel, para decidirse a actuar decididamente.

En un artículo anterior describimos el estado de estas facciones al día de hoy, hoy queremos profundizar más en la descripción de todos estos actores:

En un análisis de la dinámica del conflicto institucional, que aqueja a la IEP, se puede reconocer claramente cinco grupos capaces de ejercer como factores influencia:

1° El sistema corrupto
2° El Superintendente
3° La nueva cúpula
4° La antigua cúpula
5° Los Pastores contrarios al sistema vigente
6° El resto de los pastores ni alineados
7° La página IEPcorrupta
8° La hermandad en general

Veamos pormenorizadamente a estos factores de influencia:


1° El sistema corrupto

Omnipresente institucionalmente a nivel nacional, internacional, zonal y de iglesia local, el "Sistema corrupto" hunde sus raíces en la reforma y los nuevos estatutos de Derecho Público del año 2000, y en ciertas malas prácticas adoptadas desde antes por la gente con poder al interior de la IEP. 

Este sistema se basa en la errónea doctrina del obedecer por obedecer (obediencia irreflexiva) alentadas como pilar fundamental de nuestra pretendida "sana doctrina" y la respectiva ignorancia bíblica de la hermandad y de muchos pastores.

El sistema, para ser efectivo, se basaba en un conjunto de normas de costumbre, de dudosa naturaleza bíblica, como son, el secretismo, el obrar sin transparencia, al margen de la legalidad, y ha dado pie al abuso, a la corrupción y a la concentración de poder no sólo a nivel institucional, sino también de iglesia local.

El sistema corrupto vigente, es contrario a toda verdadera medidas de control y transparencia respecto de las personas que ejercen el poder, y manejan los dineros de la IEP, aborrece de las buenas prácticas que cierren el paso a la corrupción y por eso debe ser eliminado por medio de una reforma, si la iglesia quiere avanzar institucionalmente.


2° El Superintendente

El Pr. Valencia y su larga época, puede ser juzgada sin lugar a dudas como la peor superintendencia de la historia de la IEP. 

No sólo por la separación de gran parte de la iglesia de Bolivia (otrora la misión más grande en el extranjero), el escándalo de las licencias de falsas (con sumario del Mineduc que condenó a responsables y reportaje en TV incluido), sino por otros muchos casos que URGE QUE SEAN INVESTIGADOS por las instituciones de la iglesia y la justicia penal -de ser necesario-, como:

-la corrupción desatada a todo nivel y en particular respecto de varios fondos presupuestarios de la iglesia por orden de la propia Superintendencia (por ejemplo, el funcionamiento de la imprenta como verdadera financiera), 

-el nepotismo alentado por él mismo Superintendente (caso nieta contratada con sueldo de la iglesia -por orden suya en la imprenta- para no hacer nada, y contratación de familiares en general en labores institucionales de la iglesia), 

-el amiguismo que beneficiaba a pastores que contaban con el favor del Superintendente (no ejercicio de sus facultades frente a amigos pastores que cometían infracciones ministeriales), 

-conductas fraudulentas y rayanas en la estafa (construcción de templos en lugares en que no había hermandad, contratando los servicios de contratistas ligados a su persona y cercanos)


-apropiaciones indebidas de bienes y activos institucionales (de dineros para la obra, no para el patrimonio particular propio o de la familia),

-evasión de impuestos, por parte de la Superintendencia y la IEP,

Efectivamente hoy se escucha, el discurso, "el fue influenciado por sus antiguos asesores", "no tiene culpa", "está viejito", etc. Esto está lejos de la realidad, porque:

- En una institución con verticalidad del mando como la IEP, el Superintendente es el responsable por todas las decisiones de dirección que se tomen a nivel institucional, y por ende no puede pretender que "subordinados" a él, respondan por actos que el mismo autorizó y ordenó finalmente ejecutar

- Si tiene responsabilidad, y está no termina ni se disminuye con la edad, en todo caso, de no estar en condiciones de ejercer su cargo, la pregunta que cae de cajón es ¿por qué no renuncia? 

Hoy el Superintendente, ha quedado aislado en su cama convaleciente. No ejerce influencia en los procesos de toma de decisiones del poder. Está en una situación muy parecida a la de Papa Juan Pablo II al final de sus días. El Pr. Valencia tuvo el ejemplo de Joshep Ratzinger, quien renuncio por no tener fuerzas suficientes para conducir a su iglesia, pero el Pr. Valencia por el contrario, se aferra indignamente al poder, prefiriendo éste antes que el buen funcionamiento de la iglesia. que dice amar.


3° La Nueva cúpula

La nueva cúpula comenzó su asenso hace algunos ya un año y fracción atrás. Se identifica en como un grupo pastoral formado por presbíteros del la zona sur del país, por ende, es en principio un grupo de pastores de regiones, opuestos en principio a excesiva influencia ejercida las últimas dos décadas por los pastores surgidos en el seno de la Iglesia de Sargenta Aldea. Su evidente líder el el Pr. Presbítero Daniel Sepúlveda (Iglesia de Parral) y su estrecho colaborador, el Pr. Presbítero Ruben Contreras (Iglesia de Chillán) más otros pastores afines a ellos.

Como dijimos en un artículo anterior, este grupo, a pesar de poseer a la persona del delegado (ilegal) del Superintendente en funciones, quien además concentra "11 puestos" del organigrama institucional 

1)Director Ejecutivo, 
2)Revisor de cuentas (del mismo directorio que preside), 
3)Vicepresidente fundación misionera, 
4)Jefe de Zona, 
5)Com. Examinadora nuevos obreros, 
6)Com. de Disciplina, 
7)Com. de Construcción, 
8)3ra Com. Expositor, 
9)Com. de visita a Suecia, a lo cual, hay que sumar que en las Conferencias se avisó que era 
10)Administrador de los colegios, y 
11) y por supuesto delegado ilegal del Superintendente).

No obstante todo esto, es un grupo que claramente posee una evidente debilidad institucional, las razones de esto son las siguiente:

1° porque el Pr. Sepúlveda tiene un poder delegado otorgado por mandato general que no es reconocido por gran parte de la iglesia

2° porque su delegación, recibida de parte del superintendente como una "mandato general" pende de un hilo en el corto plazo en consideración al artículo 2163 del Código Civil números °1 y °5 que establece la regla de cuando termina un mandato provoca que su delegación dure o hasta que se recupere de su enfermedad el Supeintendente o hasta que éste se muera. (Ver artículo citado aquí http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=17298


Art. 2163. El mandato termina:
1º Por el desempeño del negocio para que fue constituido;
2º Por la expiración de la condición prefijados para la terminación del mandato;
5º Por la muerte del mandante o del mandatario;

En conclusión, más allá que consideremos que el Pastor Valencia no puede delegar su función como Superintendente por medio de un mandato general, el acta publicada en el fuego esgrime ese título, como legitimador de la delegación. 

Este mandato general de representación, fue otorgado el 10 de enero de 2014, inscrito en el repertorio 35/2014 (cualquiera puede ver el repertorio de la notaria o pedir una copia, pues es una escritura pública) ante Notario Público de la Cisterna, don Andrés Ossa Cuevas.

Conforme al artículo del Código Civil que mostramos anteriormente, este mandato expirará (dejará de existir y por ende de surtir sus efectos):

1° Cuando se cumpla el negocio para el que fue constituido: Eso quiere decir, que si el negocio (encargo) era representar al Superintendente mientras estuviese enfermo, si el Pastor Valencia se recupera de su enfermedad, y por ende, recupera el pleno ejercicio del cargo, entonces se cumplió con el encargo, a saber; “representarlo mientras la enfermedad no le permitiese ejercer como Superintendente”, y se acaba el presente mandato.

2° Por la expiración de la condición prefijadas para la terminación del mandato: Esto complementa lo anterior. La condición, un hecho futuro incierto, es representarlo en razón de enfermedad. Si la condición se termina, esto es, en el futuro no sigue enfermo, luego está sano y puede ejercer el cargo, el mandato también termino conforme a la norma antes señalada.

3° Y finalmente tenemos el número 5°, el mandato expira por la muerte del mandatario o del mandante: El contenido de este número lo sabe cualquier estudiante de tercer año de una carrera de Derecho. El mandato se acaba por la muerte de quien lo otorgó (Pr. Valencia) o de quien lo ejerce (Pr.  Sepúlveda). El Mandato jamás extiende su vigencia más allá de la muerte de una de sus partes. Por ende, si el Pastor Valencia, muriese, en ese mismo instante se termina el mandato del Pr. Sepúlveda, así por ejemplo, el Pr. Sepúlveda no podría alegar seguir ejerciendo las funciones delegadas de Superintendente cuando muera el Pr. Valencia, porque su mandato habrá expirado.

En conclusión, la concentración de poder que hoy reúne en torno a su persona el nuevo líder de la nueva cúpula es completamente efímero, y pende del hilo de la recuperación del Superintendente o de su muerte.

Además, es evidente, que este bando captó que por sí solo no se sustenta, pues todos sus planes han fracasado (avisos fraudulentos en Conferencias, inculpar sólo a la vieja cúpula de todo), por lo cual hoy buscan el apoyo entre los pastores contrarios al sistema, y los pastores no alineados.

En nuestra opinión, la conducta de esta facción se ha movido hasta el día de hoy por la ambición de suceder en el poder al Pr. Valencia y consolidar su posición frente a la antigua cúpula. En un principio, no se tenía la voluntad de una verdadera reforma, sino solamente de llegar al poder para consolidarse sin cambiar un ápice el sistema corrupto. Al parecer, hoy se abre hacia la reforma, ¿por conveniencia o por convicción?, lo dudamos, pero lo importante es que se abre hacia la reforma. 


4° La Antigua cúpula


Lo que la gente conoce como el eje Sargento Aldea-La Cisterna y todos aquellos que son entendidos como la vieja guardia del Pr. Valencia, y que ahora son perseguidos por la nueva cúpula.


Esta facción tiene una posición también dividida. En tanto que el Pr. de La Cisterna, es tenido en estima por muchos colegas, el Pr. de Sargento Aldea acumula muchos detractores en todos los bandos, no obstante lo cual aún posee fuerza al interior de la IEP. 

La posición de esta facción cada día se debilita más, pues perdieron el control de imprenta y fundaciones, además se le entiende como un grupo que va "de salida" en el poder, pero que por el contrario controla a las iglesias más poderosas y tradicionales del país y todavía son capaces de un fuerte lobby entre el pastorado. 


La evidente forma de destruir a este grupo ha sido aislarlos de la toma de decisiones (sacarlos del Directorio y cargos de decisión), y tratar de provocar el ambiente para su traslado con lo cual serían completamente derrotados. 


En nuestra perspectiva, y no obstante que en el pasado fuimos contrarios a su proceder (hoy se entiende que este es el estilo que el Sistema-Valencia impuso como forma de hacer las cosas), este grupo no debe ser desechado del todo para llevar adelante la reforma, pues son testigos privilegiados de todas las malas prácticas que engendró el sistema corrupto amparado por el Pr. Valencia, y desde su experiencia pueden identificar y ayudar a no incurrir de nuevo en los malos procederes realizados por el sistema vigente. 


Ésta es también una posibilidad para ellos de hacer el bien a la iglesia. Si han cometido algún acto contrario a legalidad, tienen la posibilidad de enmendarlo, o hacer sus descargos. Todo con sabiduría, todo con proporcionalidad.


5° Los Pastores de la oposición al sistema


Estos se han opuesto al sistema del Pr. Valencia y sus estatutos desde el cambio de estatutos de 2000. En este Grupo se incluyen a todos los que desde el caso de las licencias falsas se han opuesto abiertamente al proceder del Pr. Valencia. 


Su líder natural es el anciano Pr. de Puente Alto, pero también cuenta los que sufrieron persecución por esta causa, como el Pr. de Osorno, el Pr. de Viña del Mar, el Pr. de Laja, y pastores que hoy descansan en los brazos del Señor, como los pastores de Talca y Chillán, entre otros Presbíteros y diáconos.


El Pr. de Puente Alto abiertamente ha encarado al Superintendente por su mal proceder, y jamás ha caído en la pusilánime actitud de salamera y falsa sumisión con el cual muchos pastores actúan frente a los poderosos de la IEP, en esto fue siempre apoyado por los antiguos ancianos Prs. de Chillán y Talca . El Pr. de Osorno ha denunciado siempre el incumplimiento de los estatutos por parte del Superintendente y ambas cúpulas, el Pr. de Viña del Mar siendo jefe de la Comisión de disciplina pretendió ejercer las funciones disciplinares frente al fraude de licencias de enseñanza media, y el Pr. Valencia se opuso a esto, llegando a sacarlo del puesto, para encargar una investigación "arreglada" a un que dijese lo que el quería escuchar. Finalmente, el Pr. de Laja, en una de las últimas reuniones de presbíteros de 2013, interpeló frente al Cuerpo de Presbíteros como autoridad máxima de la iglesia al Pr. Superintendente, haciéndole presente todo su mal proceder (casos institucionales y personales), lo cual fue considerad como una falta de respeto por el Pr. Valencia, quien en todo momento ha pasado por alto, que en una reunión oficial de las autoridades máximas de la IEP, se deben tocar TODOS los temas importantes para la institución, y claramente el actuar y conducta de su Superintendente es un tema que debe ser tratad en estas reuniones.   


Este grupo durante bastante tiempo, y mientras el Superintendente aún ejercía el poder (hoy ya no lo ejerce), fue un grupo marginal, que fue alejado de la toma de decisiones por el Superintendente y la cúpula antigua, y todo esto, por denunciar el abuso. 


La página siempre apoyó su proceder contra las licencias falsas, y nosotros somos de la opinión, que este grupo ha sido -desde hace varios años- el ariete para golpear al sistema corrupto vigente, y una reserva moral-pastoral de la IEP frente a la corrupción desatada digna de encomio en varios de sus integrantes. 


Cada paso que ha dado este grupo, nos ha dado pie para sugerir como salida a la crisis una reforma institucional que establezca: una vuelta al espíritu de los viejos estatutos 2424, desconcentrar el poder, democratizar la elección del Superintendente, hacer volver a participar a la hermanad a través de la figura de los delegados, establecer medidas en pro de la transparencia institucional (auditorías públicas de estados financieros).


Hoy al parecer, la nueva cúpula, consciente de su debilidad institucional, busca apoyo en este grupo, para legitimarse en el poder, y para reunir fuerzas para demoler a la antigua cúpula. Más allá de las ambiciones de las cúpulas antigua y nueva, lo importante es que este grupo de pastores contrarios al sistema, sigan adelante con su perspectiva de cambiar el sistema, y abrirlo a una reforma que haga volver a la IEP a sus mejores prácticas de antaño, y que introduzca reglas claras para mantener la probidad en el manejo del patrimonio institucional; auditorías de todos los estados financieros, que además sean públicas, desconcentración del poder por parte del Superintendente, recuperar el carácter de miembros de la hermandad, dándoles espacios de participación real a nivel institucional y local.  



6° El resto de pastores presbíteros y diáconos sin mayor cuota de poder en la IEP

Este grupo, que no es reducido, también puede hacer mucho. Lo integran todos los probandos, diáconos, y presbíteros sin real participación en la toma de decisiones de la Iglesia.


Estos pastores pueden resistirse al ejercicio ilegal de la autoridad (sirva como ejemplo la tentativa de Concepción Norte), o derechamente comenzando a exigir que se le de cuentas de los dineros que entregan a imprentas, fondos, diezmo de los diezmos, etc, y negándose a enviar próximos envíos de dinero a la superintendencia mientras esto no ocurra. 

Los pastores no alineados son esenciales para inclinar la balanza hacia la reforma, y por lo mismo deben ser concientizados, respecto que ésta es inminente y necesaria.


7° IEPcorrupta


Nuestra página, que ya cumple casi nueve años, es hoy -para pesar de muchos- un actor relevante de suma importancia en el devenir de la IEP.


IEPcorrupta, su grupo Editorial, y toda la red pastores presbíteros y diáconos, y hermanos colaboradores, ha generado un canal expedito, por el cual fluye como nunca antes se vio la información sobre el estado institucional de la IEP, sobre el movimiento y decisiones de quienes la mandan, y de denuncia de abusos y faltas a la ley y los estatutos que pueden afectar tanto a la hermandad como a pastores que no cuentan con el beneplácito de los que ejercen el poder. 

Por lo mismo, no es casualidad, que esta página web haya sido nombrada en el cierre de las Conferencias como un elemento culpable de la crisis (se reconoce que hay crisis), y que en más de una iglesia se haya ordenado no leerla (lo que genera más deseos de leerla). 

Conforme a las estadásticas que nos entrega Blogger.com,  nuestros lectores han crecido exponencialmente con el pasar de los años, lo cual no nos envanece, sino por el contrario nos hace más responsables en nuestra labor de crear conciencia a favor de una reforma institucional que termine con las malas prácticas. 

Se sabe que en el mundo moderno el cuarto poder es el de los medios de comunicación, la Revista Fuego desde hace décadas no cumple con el rol de informar. Si se suma a esto que la gente cada día utiliza más el internet, desde computadores o celulares para informarse, se tiene la mezcla perfecta para explicar la importancia de nuestro rol como mecanismo que con el poder de la información aboga por una reforma de la iglesia. 

Por supuesto, no pasamos por alto que el crecimiento del rol de nuestra página no sería nada sin el aporte de todos los que trabajan con nosotros, pues no sólo nuestro número de lectores ha crecido, sino también nuestro grupo editorial y el número de colaboradores, en los cuales se cuentan ya no sólo numerosos hermanos de distintas partes del país, sino también varios pastores presbíteros y diáconos de la iglesia que nos nutren de material para denunciar las conductas contrarias a la ley y los estatutos por parte de los que dirigen la iglesia. 

Nuestro compromiso, es trabajar siempre en red y de buena fe con la información, y respetando los más absolutos estándares de discreción con nuestras fuentes, todo por el bien de la iglesia que amamos en común. Por esto mismo, se puede decir que nuestra página on-line es más que un esfuerzo de unos pocos editores, sino que por el contrario es un esfuerzo mancomunado de muchos hermanos y pastores, es más que un simple blog, es una iniciativa que nos pertenece a todos como hermanos que queremos que la IEP vuelva a ser una institución respetada por sus buenas prácticas. 


8° La hermandad


Y finalmente, aunque no son miembros, también es un actor relevante la hermandad. La hermandad que por años ha sido invisible, pero que sustenta material y espiritualmente a toda la iglesia, es sin duda el actor más importante de todos. 

En la hermandad, siempre ha estado y estará el futuro de la IEP. Desde ella pueden venir muchos cambios, si toma conciencia de cuerpo (en Concepción Norte, en Chillán, y en otras iglesias se ha visto esto) y sabe actuar legítimamente para hacerse valer. 

Una hermandad más educada, más lectora de la Biblia, con una actitud menos idólatra por sus pastores, y mas comprometida con el evangelio antes que con tradiciones humanas sin sustento bíblico, y movida por amor al prójimo y a sus hermanos de congregación, antes que por ambición de puestos y cargos en la iglesia local, puede marcar una gran diferencia. 

El camino de influencia de la hermandad es el empoderamiento a través de la resistencia pasiva. Lo recalcamos, la hermandad es el pilar que sustenta espiritualmente y materialmente a las iglesias. 

Sin hermandad no hay prédica a la calle, servicios, coros, grupos, ni tampoco hay pastores, ni templos, ni casas pastorales, y en definitiva, sin hermandad no hay IEP.

Debemos todos, juntos, desde el hermano más humilde, abogar por la reforma, y la eliminación del sistema corrupto.

EDITORES


REFLEXIONES SOBRE LA ENTREGA DE CAMPOS, DIVISIÓN DE IGLESIAS LOCALES; CREACIÓN DE PASTORADOS (*)



El reciente caso de la división en tres iglesias locales de la congregación de Concepción norte, como efecto directo de una profunda crisis de relaciones al interior de la referida hermandad, que gatilló que el conflicto escalase a una pugna a nivel institucional, puso sobre la palestra de la discusión la forma de proceder en estos casos.

En efecto, los estatutos establecen normas procedimentales (formales) de cuál es el proceso que se debe seguir al momento de dividir una iglesia local para crear otra. Estas normas establecen que será la Comisión de Límites, junto al Cuerpo de Presbíteros y el Superintendente quienes deberán decidir la forma de dividir los campos e instalar los nuevos pastorados (ver artículos 8, 52, 57, y 59 de los Estatutos)

Pero así como existen normas formales, no existen normas materiales, esto es, normas que establezcan claramente cuales son los criterios y principios que definan la oportunidad de cuándo es "adecuado", y por ende, "se debe" o no dividir a una congregación para formar un nuevo pastorado.

Sin duda esta falta de norma material, debe cambiar en una reforma, y evitar a toda costa que los cambios y divisiones de iglesias locales sean realizadas sólo por "tincadas", de forma arbitraria, y sin expresión de causa y fundamento.

Del estudio que realizamos para las propuestas de la reforma de la iglesia, colocamos sobre la mesa, un proyecto de discusión sobre criterios para un "Reglamento de establecimiento y creación de nuevos pastorados".

En este sentido, de un estudio de casos, hemos concluido que a lo menos se debería tener presente los siguientes puntos al momento de proponer una división:


1° Número de hermanos

2° Sustentabilidad (material-espiritual) del nuevo pastorado

3° Opinión de la hermandad afectada con la división (nunca se les pregunta su opinión)

4° Necesidades "empíricamente comprobadas" de la obra


Esto fijaría razones claras, y criterios preestablecidos, para propender a las divisiones, sin incurrir en la arbitrariedad.

El debate está abierto.

Saludos cordiales.



Editores

(*) Este es un documento de trabajo, hecho sobre la base de un estudio para un "Modelo para la re-estructuración administrativa de la IEP" en cual trabaja nuestro Grupo Editorial, para presentar un proyecto de "Reglamento de creación de pastorados"

EL DESEO DE ESTE GRUPO EDITORIAL:

QUE LA IGLESIA SEA REFORMADA CONFORME AL MOLDE DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS, Y SIN ESPACIO ALGUNO PARA LA CORRUPCIÓN ESPIRITUAL NI MATERIAL.

Revista Observatorio IEP

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Fe y razón