Estimados Hnos. lectores detractores y simpatizantes:
Estamos ad-portas tal vez, de un cambio de Superintendente al interior de nuestra Iglesia, o por lo menos, ante la situación de que el Pastor que actualmente ejercia dicho cargo, abdique el mismo, para quedar como Honorario, mientras otro Pastor ejerce la máxima función mientras el Pastor Valencia viva. Lo que ocurra en los hechos, es invariablemente lo mismo, puesto que pase una u otra cosa, estamos ante las puertas de que una nueva persona ejerza como cabeza de nuestra Iglesia Evangélica Pentecostal.
Hemos seguido con atención los acontecimientos post-conferencias, y las discuciones que se ha generado en nuestro foro, respecto de la posibilidad de estar frente a un cambio de mando, y sin perjuicio que es interesante esta situación, pues -Dios así lo quiera- podría venir consigo un cambio en cuanto a las políticas de administración de la Iglesia, y en cuanto al cambio de sistema que siempre hemos pregonado desde esta tribuna, nos queremos detener hoy solamente en discurrir sobre el sistema de elección del Superintendente.
Para emprender la tarea antes enunciada, nos tomaremos la libertad de valernos de una opinión que un amable lector de nuestra página, vertió en el foro de discusión de nuestro blog.
Dicho hermano opinó:
"QUERIDOS HERMANOS EN CRISTO:
Si todos los pastores son ungidos de Dios como razonan varios hermanos que escriben en este foro, por qué entonces no se elige al Superintendente por votación de todos los pastores presbíteros y diáconos reunidos en Conferencia, y en la cual no solo voten chilenos sino también los pastores que estan el el extranjero. Dios guía a cada pastor, y no cabe duda que el Espíritu Santo dirigiría esta votación.
Pero no!, el Superintendente quiere seguir perpetuando el poder de los que estan cerca de él, y en general de los pastores de Sargento Aldea (ojo que no tengo nada contra dicha Iglesia, y considero que es una Iglesia con una bella historia en el Señor, lo que molesta es que algunos de los pastores que han salido de ella pretendan que son una Iglesia superior a las demás de Chile, cuando todas las Iglesias son iguales delante del Señor).
Todo se hace a espaldas de la congregación, y a espaldas de la gran mayoría de pastores que también son ungidos de Dios.Si se obrará con esta santa eleción, el nuevo Superintendente podría realmente decir, me nombró Dios a través de sus ungidos.Pero no, lo único que desean los Pastores que sustentan el actual sistema, es seguir perpetuando su camarilla de poder.
EL SEMBRADOR DE CHILLAN.
Y es este mismo hermano, que nos pregunta en un post anterior, "parece que no se respetaron los estatutos en esta elección, que piensan los Editores".
Bueno sobre el tema de los estatutos actuales, se responderá en otra ocasión, pero sobre lo que si nos queremos detener, y queremos en esta artículo recalcar, es el brillante razonamiento que hace nuestro hermano de Chillan, en cuanto a la forma de elegir al nuevo Superintendente y al fundamento que da para dicha elección.
Estamos ad-portas tal vez, de un cambio de Superintendente al interior de nuestra Iglesia, o por lo menos, ante la situación de que el Pastor que actualmente ejercia dicho cargo, abdique el mismo, para quedar como Honorario, mientras otro Pastor ejerce la máxima función mientras el Pastor Valencia viva. Lo que ocurra en los hechos, es invariablemente lo mismo, puesto que pase una u otra cosa, estamos ante las puertas de que una nueva persona ejerza como cabeza de nuestra Iglesia Evangélica Pentecostal.
Hemos seguido con atención los acontecimientos post-conferencias, y las discuciones que se ha generado en nuestro foro, respecto de la posibilidad de estar frente a un cambio de mando, y sin perjuicio que es interesante esta situación, pues -Dios así lo quiera- podría venir consigo un cambio en cuanto a las políticas de administración de la Iglesia, y en cuanto al cambio de sistema que siempre hemos pregonado desde esta tribuna, nos queremos detener hoy solamente en discurrir sobre el sistema de elección del Superintendente.
Para emprender la tarea antes enunciada, nos tomaremos la libertad de valernos de una opinión que un amable lector de nuestra página, vertió en el foro de discusión de nuestro blog.
Dicho hermano opinó:
"QUERIDOS HERMANOS EN CRISTO:
Si todos los pastores son ungidos de Dios como razonan varios hermanos que escriben en este foro, por qué entonces no se elige al Superintendente por votación de todos los pastores presbíteros y diáconos reunidos en Conferencia, y en la cual no solo voten chilenos sino también los pastores que estan el el extranjero. Dios guía a cada pastor, y no cabe duda que el Espíritu Santo dirigiría esta votación.
Pero no!, el Superintendente quiere seguir perpetuando el poder de los que estan cerca de él, y en general de los pastores de Sargento Aldea (ojo que no tengo nada contra dicha Iglesia, y considero que es una Iglesia con una bella historia en el Señor, lo que molesta es que algunos de los pastores que han salido de ella pretendan que son una Iglesia superior a las demás de Chile, cuando todas las Iglesias son iguales delante del Señor).
Todo se hace a espaldas de la congregación, y a espaldas de la gran mayoría de pastores que también son ungidos de Dios.Si se obrará con esta santa eleción, el nuevo Superintendente podría realmente decir, me nombró Dios a través de sus ungidos.Pero no, lo único que desean los Pastores que sustentan el actual sistema, es seguir perpetuando su camarilla de poder.
EL SEMBRADOR DE CHILLAN.
Y es este mismo hermano, que nos pregunta en un post anterior, "parece que no se respetaron los estatutos en esta elección, que piensan los Editores".
Bueno sobre el tema de los estatutos actuales, se responderá en otra ocasión, pero sobre lo que si nos queremos detener, y queremos en esta artículo recalcar, es el brillante razonamiento que hace nuestro hermano de Chillan, en cuanto a la forma de elegir al nuevo Superintendente y al fundamento que da para dicha elección.
En efecto, antiguamente, bajo el imperio de los estatutos de la vieja y noble personalidad jurídica de Derecho Privado nº 2424, la Corporación Iglesia Evangélica Pentecostal, procedía a elegir al Presidente de la Corporación por elección de todos los miembros de la Conferencia -Pastores díaconos y presbíteros-.
Esto ocurría, porque dichos estatutos -que por lo demás eran fruto de una época dorada por parte de nuestros dirigientes- distinguía claramente entre lo divino y lo terrenal. Así, el Superintendente era el encargado de velar por todo aspecto de índole espiritual que tuviese incidencia en la Iglesia, y el Presidente de la Corporación era quien además de representar legalmente a la Iglesia, velaba porque la institución se llevara por el buen camino en cuanto a lo administrativo.
Así los antiguos Superintendentes llamaban para dirigir a la Iglesia a sus sucesores, primero con oración, y luego confiando en que además la Conferencia elegiría todos los años guiados por el Espiritu Santo de Dios, a quien sería el nuevo Presidente de la Corporación que también velaría por la Iglesia en lo administrativo.
Sin embargo, hace algunos años ya, esta división cesó. Y cesó porque el Pastor Valencia y otros presbíteros avalaron unos nuevos y nefastos estatutos de Derecho Público, que lo primero que tenía por objetivo era eliminar la figura del Presidente de la Corporación -tal vez porque el elegido democráticamente todos los años era siempre el Pastor Galvez, con el cual tenía patentes diferencias- y le entregó el poder absoluto al Superintendente, en lo espiritual y en lo administrativo de la institución. Inclusive dicho poder se elevo por sobre las Conferencias -que en el antiguo estatuto era el órgano máximo-.
Es así, como el Superintendente actual, carece de control alguno por parte de ningún organismo de la IEP, y solo responde ante su conciencia y ante Dios por las decisiones espirituales y ¡¡¡administrativas!!! que tome, lo que ha sido nefasto y dañino para la Iglesia como se ha podido comprobar. Ni siquiera nuestro respetado Pastor Hoover reunión en torno a si mismo tanto poder.
Hoy se hace mas que necesario que se vuelva a lo anterior, puesto que es imposible que las situación actual se siga perpetuando en el tiempo.
Es por lo anterior, que el razonamiento hecho por el hermano, que hoy comentamos es completamente pertinente y atingente.
Si los Pastores son todos ungidos de Dios -o por lo menos la gran mayoría lo son-, por qué el actual Superintendente, en un gesto de humildad, de transparencia para con sus colegas pastores y para con la Iglesia en general, no permite que la elección de su sucesor, sea hecho por la CONFERENCIA reunida para dichos efectos extrordinariamente, y con representantes de todos los países en los cuales nuestra Iglesia se encuentre presente -porque un pastor Boliviano o Argentino no podría ser Suèrintendente-.
En dicha Conferencia, cada Pastor debería tener la capacidad, de votar por quien Dios por medio de su Espíritu Santo le haga votar. Muchos tienen cualidades, y son hombres rectos delante de Dios. ¿Por qué tendría que ser uno solo, el pastor el que tenga la oportunidad de ocupar tan importante cargo? -no importando si es Caro u otro-, ¿solo porque cuenta con la simpatía del actual Superintendente?, ¿solo porque tiene una cercanía con el?, quien sabe si en un poblado pequeño -no en la Iglesia más grande de Chile-, y en una Iglesia humilde, exista realmente un hombre de Dios que no dudará en exponer su vida por las ovejas del redil, pero que a lo mejor por su humildad ni siquiera tiene la capacidad de viajar a la Conferencias, o yendo a esta no se puede acercar al Superintendente que siempre esta rodeado de su corte. ¿No sería este hombre como, alguíen que dirigiría a la Iglesia por las sendas que el Espíritu Santo le muestre, pero que además tendría autoridad de parte de la Iglesia en sí?.
Estimados lectores, la eleción debe ser pública, transparente, porque el Superintendente, ya no tiene en sus manos solamente la dirección espiritual de la Iglesia, sino la administrativa, y si todos pertenecemos al IEP, si nuestros Pastores todo pertenecen a la IEP, es de toda justicia que todas las Iglesias IEP elijan a quien Dios les muestre como el más apto, y que esto no sea decidido en una camarilla secreta, en la cual sepa Dios si se esta obrando por amor a la obra, o por amor a no perder las regalías y privilegios que por años se han cultivado.
¡¡¡QUE DIOS VUELVA NUEVAMENTE A GOBERNAR LA IGLESIA EVANGELICA PENTECOSTAL!!!
ESE ES EL DESEO DE TODOS.
LES SALUDA ATENTAMENTE A TODOS NUESTROS FIELES LECTORES
LOS EDITORES.